Cada cierto tiempo surge un término nuevo en marketing online que se pone de moda: Community Manager, ROI, Coolhunting, Product Manager, Influencers, Affiliate Manager… y ahora, Growth Hacking.
Pero, ¿qué significa esto del “Growth Hacking”?
El éxito de Facebook, DropBox o Gmail tienen un denominador común, surgieron como una idea innovadora, responden a una necesidad concreta y consiguieron un elevado número de usuarios en muy poco tiempo.
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Significado de Growth Hacking
El Growth Hacking (“Growth”= crecimiento y “Hacking” = relacionado con el hockey) surge por primera vez en Estados Unidos con la publicación del artículo «Find a Growth Hacker for Your Startup» de Sean Ellis, contenido ligado al éxito de las startup y su velocidad de crecimiento en forma de palo de hockey.
A día de hoy, se define como Growth Hacking a la disciplina que busca conseguir, de forma rápida y con la mínima inversión, el crecimiento de usuarios a través de la creatividad y analítica, cualidades que diferencian al Growth Hacker del emprendedor habitual.
El objetivo es conseguir mas con menos y hacerlo de forma rápida, por lo tanto, las técnicas de marketing online empleadas se traducen en un alto impacto creativo, donde la analítica web e innovación juegan un papel muy importante.
Entender a la audiencia y generar engagement pueden ser un buen comienzo para hacer crecer el número de usuarios en Internet, pero no es lo único. Para aumentar las posibilidades de éxito de tu empresa en 2017, necesitarás contar con un equipo de profesionales en Growth Hacking.
¿Cómo es el perfil del Growth Hacking?
Growth Hacker, es el perfil profesional con más futuro en el mercado laboral.
Estrechamente ligado al sector tecnológico y digital, un Growth Hacker es el profesional que conseguirá adelantarse a las tendencias, analizará el mercado y comunicará antes que su competencia el valor diferencial del producto, transformándolo en necesidades inmediatas para los usuarios.
El Growth Hacker posee un perfil polivalente, capaz de comprender el lenguaje de una API, manejarse dentro de un documento en HTML o CSS y ser un experto conocedor de las estrategias de SMO, SEO, UX o A/B testing, entre otras.
Analítico, creativo y ágil, con grandes dotes para los negocios y la medición de resultados. Gran comunicador, curioso y estratega. Tan pronto desarrolla una web como realiza estudios sobre el consumidor, analiza la tasa de inversión o pone en práctica estrategias más originales.
En definitiva, un perfil profesional con formación, experiencia y grandes inquietudes en marketing, pero también en otros sectores relacionados con la empresa y su crecimiento.
Sin duda, los ingredientes necesarios para conseguir alcanzar los objetivos deseados dentro de una organización. Y es que, no estaríamos hablando de Growth Hacking si no fuese una metodología de éxito en los tiempos que corren.
Casos de éxito en Growth Hacking
Os sorprendería saber que muchas de las herramientas que utilizamos a diario surgieron como una idea de negocio que astutos emprendedores llevaron a cabo a través de hacks que lo lanzaron a la fama.
El registro mediante invitación de Gmail en sus inicios, consiguió aumentar la expectación de los usuarios y convertirse en el servicio de correo más utilizado en la actualidad. DropBox utilizó una técnica similar ofreciendo mayor espacio de almacenamiento en la nube para aquellos usuarios que invitasen a sus amigos.
Sin embargo, mucho antes de todo esto, y de que Sean Ellis tomara como referencia el término Growth Hacking, muchos otros emprendedores supieron llevarlo a la práctica cuando el marketing online aun no había cuajado en muchos países.
Neil Patel hace referencia a uno de éstos famosos Growth Hackers cuando habla sobre el inicio del video viral o video marketing en YouTube, uno de los casos de éxito Growth Hacking que más ha llamado mi atención.
En 2006, las pequeñas empresas aun desconocían el gran potencial que Internet les brindaba para conseguir competir en el mercado. Sólo las grandes empresas y con elevadas inversiones en publicidad conseguían triunfar.
En este contexto, Bob Wagstaff inventor del limpiador de lenguas Orabrush fue pionero en lanzar un video publicitario en YouTube: “La prueba del mal aliento”, un video cuyo presupuesto no superó los $500 y que se convirtió en viral rápidamente, haciendo historia, lanzando el producto a la fama y alcanzando en la actualidad más de 27 millones de reproducciones.
Y tú, ¿sabes ya qué es Growth Hacking?
El SEO es un monstruo imparable que me hace estar constantemente en guardia. Orgullosa de pertenecer a esta primera generación de perfiles digitales. ♡